La fibra es un componente que llevan muchos de los alimentos que consumimos y que es muy importante para nuestro cuerpo y para el buen funcionamiento de nuestro organismo. ¿Pero qué es la fibra?
Erróneamente llamamos a la fibra un nutriente pero, según si lo entendemos como un elemento que participa en el proceso metabólico de nuestro organismo, no lo sería. Nuestro organismo es incapaz de absorber la fibra como sí que lo hace con las proteínas o las grasas por lo que pasa por nuestro sistema digestivo sin hacer otra cosa que esperar a ser expulsado. Durante ese proceso, la fibra es capaz de arrastrar todo lo que se encuentre por su camino de ahí a que se recomiende su consumo para regular el ritmo intestinal.
Beneficios de la fibra
La fibra es esencial en las dietas ya que es un buen recurso para controlar el azúcar que se encuentra en la sangre así como para prevenir que tengamos un colesterol alto. Principalmente los podemos encontrar en alimentos de origen vegetal como las leguminosas o las frutas. La fibra no aporta calorias y tiene la característica de hacer que los alimentos que tienen este componente sacien el estómago.
Hay dos tipos de fibras, las solubles y las insolubles. Las solubles las encontramos en las frutas, verduras y legumbres mientras que las insolubles las encontramos en los cereales y en todos sus derivados. Se recomienda que, al menos, se consuman 30 gramos de fibra diariamente. Fibra que podemos encontrar en muchos más alimentos de los que pensamos. El consumo de fibra también requiere que bebamos más agua, ya que esta la necesita para su buen funcionamiento. Pero el exceso de consumo de fibra puede provocar que nuestro organismo no absorba otros nutrientes beneficiosos para nuestra salud como son el calcio o hierro.
¿Dónde la encontramos?
Uno de los vegetales en los que podemos encontrar más fibra son las alcachofas, siendo su cantidad de fibra de 10,3 gramos por cada 100 de producto. En menos cantidad, también podemos encontrar fibra en verduras como las zanahorias, los guisantes, la coliflor o el aguacate. En cuanto a la fruta destacan los frutos rojos como fresas o frambuesas o las naranjas y los plátanos. Además, muchos de ellos, como ya os comentamos en nuestro artículo de otros alimentos con una gran cantidad de vitamina C, también aportan otros beneficios.
Los pistachos o las almendras son unos frutos secos que nos aportan una buena cantidad de fibra, al igual que legumbres como las alubias o los guisantes. Sin olvidar que los cereales, principalmente la cebada y el trigo, son también productos que aportan mucha fibra.