Cuando se busca bajar de peso, muchas veces se tiene la idea de que lo ideal es optar por una dieta que se componga de recetas bajas en calorías. Realmente, esto no es del todo cierto. Todos los nutrientes son necesario para nuestro organismo y, para que una dieta sea realmente buena y equilibrada, será necesario que sea lo más completa posible para que no nos ocasione ningún problema de salud.
¿Son realmente buenas las recetas bajas en calorías?
Como hemos dicho en la introducción, las personas optan por este tipo de recetas porque consideran que las calorías son las causantes de su subida de peso. El problema viene porque no tienen en cuenta que hay otros nutrientes que pueden engordar de igual manera a una persona o a otros factores que van más allá de la propia alimentación.
Volviendo a la pregunta que titula este apartado, se podría responder que no. Aunque sea bueno reducir las calorías a la hora de establecer una dieta para adelgazar, nunca se debe llegar a reducirlas tanto que apenas tenga presencia en nuestro cuerpo. Las calorías son sinónimo de energía para nuestro organismo y, gracias a ellas, el cuerpo puede realizar actividades tales como hacer deporte o pensar de una manera más satisfactoria. Aunque puedan reducirse, ya que si un cuerpo ingiere más calorías de las que quema va a engordar, no es recomendable alterar demasiado la ingesta de éstas. En cierta medida, cuando se consumen moderadamente, ayudan al bienestar de nuestro organismo.
La importancia de identificar de dónde vienen las calorías
Existen diferentes mitos sobre cómo adelgazar y sobre las dietas que sería recomendable o no seguir. En primer lugar, se tiene la creencia de que lo que más engorda son las grasas porque se supone que tienen un alto contenido de calorías. Sí que es cierto que contienen hasta un doble de calorías de las que pueden tener alimentos que son ricos en proteínas e hidratos de carbono, pero eso no implica que una dieta con recetas sin calorías sea lo más correcto.
El problema de que se asocien las calorías únicamente con las grasas, hace que las recetas que forman las dietas de aquellas personas que quieren adelgazar sólo tienen en cuenta este aspecto. Pasan por alto que hay otros muchos alimentos con nutrientes que pueden aportar, de igual manera, calorías. Con esto se podría concluir que una dieta baja en grasas sólo adelgazaría más que una ausencia de dieta, pero nunca más que una dieta equilibrada en la que se tengan en cuenta las calorías que provienen de todos los alimentos.
Por lo tanto, una dieta baja en calorías que resulte efectiva tiene que reducir las calorías que provienen de todos los alimentos. Es decir, debe buscar incluir recetas lo más variadas posibles y con aporte calórico moderado teniendo en cuenta las propiedades de cada ingrediente. Aunque sí que es verdad, como ya hemos dicho antes, que las grasas aportan más calorías, no debemos obviar al resto.
Alimentos a reducir en una dieta baja en calorías
Si queremos que una dieta baja en calorías sea efectiva sin que suponga ningún tipo de problema para nuestro organismo, deberemos tener en cuenta qué alimentos o recetas son las más o menos adecuadas. En primer lugar, las bebidas gaseosas son las primeras en ser prohibidas en cualquier dieta de este tipo. También se pueden incluir aquí todos aquellos fritos y rebozados que se pasan por la sartén con una gran cantidad de aceite. En este caso, no es que lo alimentos sean perjudiciales, sino que deben ser cocinados de una manera que haga que la ingesta de calorías sea inferior.
Es bueno que una dieta tenga un equilibrio de alimentos teniendo en cuenta el aporte calórico de cada uno para así no sobrepasar la cantidad de calorías que quema el propio cuerpo de la persona que esté a dieta. Por esto mismo, antes de empezar la dieta, deberás acudir a un nutricionista que te haga una dieta a tu medida. Si la empiezas en casa sin tener tantos conocimientos, comes el riesgo de que no sean tan equilibrada y que al final te falte el contenido calórico que tu organismo necesita para funcionar correctamente.