Aceite esencial de limón

El limón es una fruta rica en vitamina C y llena de propiedades y beneficios para la salud. Por ejemplo, su alto contenido en antioxidantes, vitaminas y minerales lo convierten en un diurético natural que es perfecto a la hora de eliminar líquidos y sustancias tóxicas. También ayuda a rebajar la presión arterial por el potasio que contiene, mientras que sus propiedades antibióticas y antivirales hacen que el limón sea un buen tratamiento a la hora de curar enfermedades de garganta, fortalecer el sistema inmunológico y limpiar las vías respiratorias.

Su sabor cítrico y algo amargo convierten al limón en un ingrediente perfecto para una gran variedad de recetas, tanto saladas como dulces. También es el complemento perfecto a la hora de aderezar el té o para preparar una rica limonada fresquita con la que combatir las altas temperaturas del verano. En cambio, si mezclas un poco de zumo de limón con leche caliente y una cucharada de miel tendrás una deliciosa bebida con la que entrar en calor durante el invierno. Sin embargo, el sabor no es lo único bueno del limón, sino que su aroma es perfecto para ambientar habitaciones y diferentes espacios y darles un toque de frescor. Con los pasos que te mostramos a continuación podrás preparar tu propio aceite esencial de limón con el que dar un agradable olor a tu hogar o potenciar tus perfumes.

Elaboración

Lo primero que tendrás que hacer para empezar a fabricar tu aceite de limón será poner a calentar una olla llena de agua, que usarás más adelante. Mientras el agua se calienta, pela los 3 limones y quita por completo la cáscara intentando no romperla demasiado. Si quedan restos blancos de la capa interior del limón en la cáscara ráspalos con un cuchillo para eliminarlos, ya que para que el aceite salga correctamente tan sólo necesitarás la parte amarilla.

Quita por completo la cáscara del limón sin romperla demasiado

Cuando el agua ya esté caliente, mete en ella la cáscara del limón durante aproximadamente 1 minuto. Con este paso eliminarás el sabor amargo que pueda quedar. Mientras la cáscara está en el agua, coge la bolsa con autocierre o el recipiente con tapa hermética que hayas decidido utilizar e introduce el aceite hasta llegar mas o menos a la mitad.

Cuando veas que el limón ha teñido ligeramente el agua de amarillo es el momento de sacar la cáscara. Retírala del agua y métela en la bolsa o el reciente con aceite y ciérralo. El agua de cocer el limón no la tires, ya que ahora tendrás que calentar la bolsa o el recipiente al baño María. Deja que el aceite y el limón estén en el agua durante 2 o 3 horas, ya que gracias a la destilación del vapor ambos ingredientes se irán emulsionando entre sí y el resultado será un oloroso aceite esencial de limón. Cuando haya pasado el tiempo, retíralo del fuego y deja reposar la mezcla durante un día entero. Al día siguiente ya puedes sacar el aceite de la bolsa y ponerlo en un tarro con tapa o con cuentagotas.

Usos del aceite esencial de limón

Ahora que ya sabes que preparar este aceite de limón es de lo más sencillo ya no tienes excusa para no prepararlo. Llenarás tu casa de un agradable aroma fresco y limpio y también podrás usarlo para perfumar tu ropa o eliminar de ella olores desagradables. Otros usos que le puedes dar este aceite es añadir unas gotitas a tu jabón de manos, ya que el limón es perfecto para eliminar manchas de grasa que el jabón no puede quitar. También puedes utilizarlo complemento para la limpieza de cocina o baños, ya que el limón es un desinfectante natural. Pero este aceite no sólo es perfecto para limpiar encimeras o azulejos, sino que si empapas un paño con él podrás pulir tus objetos y joyas de plata y eliminar cualquier resto de óxido. Prueba también a utilizarlo a la hora de limpiar muebles o superficies de madera, ya verás como el limón eliminará fácilmente el polvo, cualquier mancha pegajosa o restos de pegamento.

El aceite de limón sirve para limpiar, eliminar manchas de la piel y mejorar las uñas

Tampoco te olvides de incorporar este aceite esencial de limón casero en tu rutina de belleza. Gracias a sus beneficios y nutrientes, esta fruta es perfecta para eliminar pequeñas imperfecciones y manchas de la piel si cada mañana te lavas la cara con agua y unas gotitas del aceite. También es muy útil a la hora de tratar algunas enfermedades cutáneas como el acné o para fabricar tu propio exfoliante casero al combinarlo con un poco de bicarbonato de sodio y una cucharadita de miel. Además, si combinas este aceite con tu crema de manos conseguirás que éstas queden mucho más suaves; mientras que si te pones unas gotitas en las uñas durante 5 minutos, verás como éstas se vuelven menos quebradizas y mejoran su aspecto. Por último, este aceite también tiene muchos beneficios a la hora de tratar el cabello. Y es que no sólo le aportará un aroma muy especial, sino que ayudará a eliminar el exceso de grasa, aportará brillo y luminosidad y actuará como un remedio natural para la caída del cabello.