Bizcocho de chocolate de Halloween

Esta es una receta muy sencilla e ideal para sorprender a tus invitados en Halloween. Necesitarás muy pocos ingredientes para elaborarla, y lo más llamativo es que incluirás agua caliente para prepararlo, algo que aportará mucha más jugosidad a tu receta. El bizcocho quedará esponjoso y triunfará. Por otro lado, puede aguantar varios días si lo conservas en un recipiente hermético, es más, puedes congelarlo si así lo deseas.

Con el agua caliente conseguirás que tu bizcocho quede mucho más jugoso

Elaboración

Lo primero que tienes que hacer es batir los tres huevos junto con el azúcar hasta que doble su volumen. A continuación, añade el aceite de girasol y mezcla bien. Tras esto, suma la leche entera a la mezcla, integrando bien. La mezcla aún no está terminada, porque debes añadir la harina junto con el cacao en polvo, todo ello tamizado, añadiendo además la sal y la levadura.

Integra la harina con movimientos envolventes hasta conseguir que en la mezcla no queden ningún grumo. Por último, añade el agua caliente. Es hora de que pongas el horno a precalentar a 180ºC con calor tanto por arriba como por abajo. Coge un molde redondo para el bizcocho y engrásalo con un poco de aceite o mantequilla, lo que prefieras. Vierte en el molde la mezcla y hornea durante 50 minutos controlándolo en todo momento. Si no sabes si está hecho, puedes pincharlo poco a poco con un palillo hasta que salga limpio.

Usa chocolate fundido para decorar el bizcocho

Cuando esté completamente listo, sácalo del horno y déjalo enfriar durante 15 minutos. A continuación, desmóldalo y déjalo enfriar por completo. Ahora es el momento de decorarlo para ser perfecto para Halloween. Lo que puedes hacer es fundir un poco de chocolate blanco para dibujar con ella una tela de araña, ten paciencia y hazlo con cuidado. También puedes fundir un poco de chocolate negro para dibujar las patas de una araña que crearás con cacahuetes cubiertos de chocolate. Si quieres que sea más realistas puedes comprar ojos comestibles para colocárselos a la araña. ¡Y ya estaría listo tu bizcocho!