Receta paso a paso
- El día anterior a preparar los callos pon los 500 gramos de pata de ternera en agua con un poco de zumo de limón y deja reposar en la nevera. Haz lo mismo con los 500 gramos de callos de ternera y pon los 500 gramos de garbanzos a remojo en agua con sal la noche anterior.
- Al día siguiente junta en la cazuela en la que vayas a preparar los callos la pata de ternera y los callos, cubriéndolos con abundante agua. Pon a fuego medio y deja que se cuezan durante 40 minutos.
- Corta los 150 gramos de panceta en trozos pequeños y pela y pica finamente la cebolla y los 4 dientes de ajo.
- Pasado el tiempo de cocción, añade a la cazuela la panceta, el ajo, la cebolla, los 2 chorizos sin trocear, un par de cucharas de aceite de oliva virgen extra, 1 cucharadas de pimentón dulce, la guindilla y la hoja de laurel. Remueve para que todos los ingredientes se integren.
- Cuando los callos rompan a hervir de nuevo añade los garbanzos ya hidratados y deja en el fuego durante 2 horas y media.
- Pasado ese tiempo comprueba que el punto de la carne está bien y rectifica el punto de sal si fuera necesario.
- Sirve en el momento o al día siguiente, cuando los callos estarán aún más buenos.
Receta completa
Ahora que el frío del invierno aprieta no hay nada mejor que entrar en calor con un buen plato de callos. Ésta es una receta tradicional de España que tiene diferentes preparaciones dependiendo de la zona. Por ejemplo, en Madrid es típico prepararlos con morcilla y vísceras, mientras que en Andalucía o Galicia se añaden garbanzos. Anímate a preparar tus propios callos caseros y seguro que se convierten en uno de tus platos favoritos.
Elaboración
Antes de comenzar con la preparación de los callos, habrá que prepararlos un día antes. Llena un cazo grande de agua e incorpora un poco de zumo de limón, luego mete los 500 gramos de callos de ternera en el líquido y deja reposar en la nevera durante todo un día. Repite la operación con los 500 gramos de pata de ternera ya troceada y, la noche anterior, pon también los 500 gramos de garbanzos a remojo en agua templada con un poco de sal. Al día siguiente, retira del líquido los ingredientes y pon en una cazuela grande los callos de ternera, así como la pata de ternera. Vierte también abundante agua hasta cubrir todo y pon a cocinar a fuego medio. En el momento en el que rompa a hervir tendrás que calcular 40 minutos. Mientras tanto prepara el resto de los ingredientes de estos callos. Trocea los 150 gramos de panceta y pela y pica finamente la cebolla y los 4 dientes de ajo.
Cuando hayan pasado los 40 minutos de cocción, agrega a la cazuela la panceta, la cebolla y los ajos junto a los 2 chorizos enteros, la hoja de laurel y la guindilla. Remueve con una cuchara de palo para que se mezclen todos los ingredientes y, a continuación, añade un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra y 1 cucharada de pimentón dulce. Vuelve a remover para que se integren los nuevos ingredientes. En el momento en el que los callos rompan a hervir de nuevo, añade los garbanzos ya hidratados. Ahora es el momento de añadir las especias que quieras, ya que incluso se pueden encontrar distintos preparados especiales para callos. Por último, deja cocinar todo durante 2 horas y media, cuando tendrás que probar el punto de la carne para comprobar que efectivamente está hecha. También podrás rectificar el punto de sal en caso de que sea necesario. Ahora que tienes los callos ya hechos puedes optar por servirlos en el momento o dejar que reposen durante un día para que la carne se empape de la salsa y todos los sabores se liguen perfectamente.