Receta paso a paso
- Pon en un recipiente amplio los 125 gramos de azúcar junto a los 250 gramos de queso de untar, una pizca de sal y una cucharada pequeña de esencia de vainilla. Mezcla todo con la ayuda de unas varillas eléctricas.
- En un plato, vierte los 50 gramos de harina de trigo y los 20 gramos de maicena. Remueve con una cuchara y luego incorpóralo a la masa antes de volver a batir.
- Separa la yema de las claras de los 5 huevos y reserva éstas para más adelante. Incorpora las yemas al resto de los ingredientes de la masa junto a los 90 mililitros de leche y bate hasta que todos los ingredientes se liguen por completo.
- Mete los 40 gramos de mantequilla en el microondas durante unos segundos para que se derrita y luego incorpórala a la masa. Bate de nuevo.
- Recupera las claras de huevo y móntalas a punto de nieve con la ayuda de las varillas eléctricas. Incorpóralas a la masa haciendo movimientos envolventes con una lengua de cocina para evitar que las claras se bajen.
- Pon a calentar el horno a 160ºC tan solo con calor por abajo y sin la opción de ventilador. Engrasa el molde circular que vayas a utilizar con un poco de mantequilla y vierte la masa del cheesecake en él repartida de forma homogénea por toda la superficie.
- Mete la tarta en el horno poniendo el molde en una bandeja llena de agua para que ésta se cocine al baño María.
- Tras 30 o 35 minutos saca la tarta de queso japonesa del horno y deja que se enfríe por completo antes de desmoldarla. A la hora de servirla, decórala con un poco de azúcar glas por encima.
Receta completa
El cheesecake japonés es una tarta de queso que destaca por su voluminosidad y esponjosidad, así como su característica forma de tambalearse al más mínimo roce que hace que se parezca bastante a un suflé. A pesar de que este dulce empezó a popularizarse hace unos años, lo cierto es que se prepara en el país nipón desde hace décadas y se caracteriza por tener menos azúcar y calorías que una tarta de queso tradicional. El secreto de su textura y esponjosidad no es otro que el separar las yemas de las claras de los huevos que lleva la receta y montar éstas a punto de nieve, incorporándolas luego al resto de la masa mediante movimientos envolventes para evitar que éstas se bajen. Si estás buscando un postre con el que sorprender a tu familia o amigos, sin duda este cheesecake al estilo japonés es la respuesta correcta. ¡Y es mucho más fácil de preparar de lo que te imaginas!
Elaboración
Esta receta que tan popular se hizo hace un tiempo en Japón puede parecer en un primer momento difícil de conseguir en la cocina de casa. Sin embargo, lo cierto es que este cheesecake es de lo más sencilla de hacer y el resultado será una tarta con una miga alta, suave y que se tambalea con el más mínimo roce. Para empezar a prepararla tendrás que coger un bol amplio y pon en él los 125 gramos de azúcar, los 250 gramos de queso de untar, una pizca de sal y una cucharada pequeña de esencia de vainilla. Luego, con la ayuda de unas varillas eléctricas, mezcla todo hasta que los ingredientes se hayan ligado. A continuación, en un recipiente aparte junta los 50 gramos de harina de trigo con los 20 gramos de maicena, incorporando luego la mezcla al resto de los ingredientes y volviendo a batir. A continuación tendrás que separar la clara de las yemas de los 5 huevos, incorporando éstas últimas a la masa junto a los 90 mililitros de leche entera. Bate de nuevo hasta que tengas una mezcla homogénea.
El próximo paso será derretir los 40 gramos de mantequilla, poniéndola en un recipiente y metiéndola en el microondas durante unos segundos. Si cuando la saques no se ha derretido por completo, remuévela un poco con un tenedor hasta que esté completamente líquida. Agrega la mantequilla a la masa y bate de nuevo para que se integre. Por otra parte, monta las claras de huevo a punto de nieve, logrando una mezcla espumosa y con mucho volumen. A la hora de juntar las claras con la masa del cheesecake tendrás que hacerlo poco a poco y sin usar las varillas eléctricas. En su lugar utiliza una lengua de cocina para remover la mezcla y siempre haciendo movimientos envolventes para evitar que las claras se bajen. Y es que una de las claves de la esponjosidad de esta tarta de queso al estilo japonés es el cuerpo y el volumen que aportan las claras a punto de nieve, pues de otra manera el cheesecake no subiría tanto en el horno.
Cuando ya tengas la masa hecha, pon a calentar el horno a 160ºC poniéndolo sólo calor por abajo y sin la opción de ventilador. Mientras tanto, engrasa el molde circular en en el que vayas a cocer la tarta con un poco de mantequilla y vierte la masa en él de forma que esté repartida de forma homogénea por toda la superficie. Por último, mete la tarta en el horno colocando el molde sobre una bandeja llena de agua, de forma que ésta se haga según la técnica del baño María. Cuando hayan pasado uno 30-35 minutos, saca la tarta de queso japonesa del horno y deja que se enfríe por completo colocándola sobre una rejilla de horno. Cuando esté fría, desmóldala y decórala con un poco de azúcar glas por encima. En caso de que no tengas azúcar glas en casa no te preocupes, ya que podrás conseguirlo pulverizando un poco de azúcar normal en un robot de cocina o en una trituradora. Ahora ya podrás disfrutar de tu delicioso cheesecake al estilo japonés y dejar a todo el mundo maravillado con tu mano a la hora de preparar dulces.