Receta completa
Para los amantes de la carne un buen chuletón es uno de los platos más apetitosos. Por eso, cuando viajamos a localidades como Ávila es normal que tengamos el chuletón como una de nuestras preferencias gastronómicas. Son muchos los platos y postres populares del lugar, con los cuales podremos deleitarnos si viajamos a Castilla y León pero que también podemos cocinar en la tranquilidad de nuestro hogar y disfrutarlos de manera similar como lo haríamos allí mismo.
Aunque a simple vista pueda parecer un plato muy sencillo de elaborar, para que un chuletón esté en su punto son algunos los factores que deberemos tener en cuenta a la hora de adquirirlo, como por ejemplo la calidad de la carne. Mientras más buena sea, más jugoso será el chuletón y menos hebras habrán, haciendo que sea más fácil de masticar y que tenga un sabor más intenso.
Elaboración del chuletón de Ávila paso a paso:
En el caso de que quieras elaborar los pimientos rojos asados de forma casera, esto es lo primero que deberás hacer. Lávalos bien y córtalos a tiras, sin quitarles la piel todavía. Coloca una bandeja con papel especial para horno encima y coloca las tiras de forma que queden una al lado de la otra, sin tocarse. A continuación échale un chorrito de aceite de oliva virgen extra por encima y cocínalos hasta que empiece a tostarse la piel en el horno a unos 200 grados. Una vez listos sácalos del horno y déjalos enfriar, ya que posteriormente deberás quitarle la piel a cada uno de los trozos antes de servirlos.
Pela y corta las patatas en trozos grandes, no tan finos como con las patatas fritas convencionales, sino más bien estilo 'deluxe' o barbacoa. Calienta una sartén antiadherente con la suficiente cantidad de aceite de oliva virgen extra como para cubrir media patata y cuando esté bien caliente ponlas al fuego. Vigila que no queden más que doraditas por ambos lados y retíralas del fuego poniéndolas sobre un plato con un papel de cocina encima para que absorba el exceso de aceite de las patatas y no queden humedecidas.
Una vez tengas listas las patatas y los pimientos podrás proceder a realizar el chuletón de Ávila. Para que la carne quede al punto necesitaremos poner la plancha con un chorrito de aceite de oliva virgen extra a fuego muy caliente y dejar que consiga una temperatura muy alta antes de echarle la carne encima. De esta manera la parte exterior de la misma se cocinará con mucha rapidez, dejando más crudo y jugoso el interior de la misma. Sin embargo, el tiempo que dejes la carne en la sartén determinará cuán hecha estará también por dentro, algo que depende también del gusto de los comensales, ya que no a todos les gusta la carne en su punto. Así pues, si quieres que esté más hecha por dentro deberás bajar el fuego y dejar que se vaya cocinando poco a poco. Realiza una pequeña inserción en un lateral si quieres ver el interior de la misma y escoger el toque de cocción que más te guste.
Mientras la carne se está haciendo en la sartén le echaremos una pizca de sal, preferentemente gorda, en ambos lados a la vez que podemos ponerle el tomillo o la pimienta negra molida. No pongas mucha cantidad de sal o especias, ya que podrían restar sabor a la carne. Una vez esté listo el chuletón, sírvelo en un plato sin el exceso de líquido que puede dejar sobre la plancha y colócalo en un lateral del mismo. En el otro lado puedes rellenar el plato con la mitad de patatas y la otra mitad de pimientos. Sobre los acompañantes deberás añadir una pizca de sal de mesa y un poco de tomillo o de pimienta negra, al gusto, y tu chuletón de Ávila estará listo para comer.