Receta completa
El hecho de conocer nuevas culturas nos permite saborear platos que para nosotros eran quizás desconocidos. Poco a poco algunos de estos ingredientes nuevos se han ido incorporando a nuestra cocina, haciendo que se conviertan en habituales en más de un hogar e, incluso, llegue a olvidarse su origen.
Uno de ellos es el cuscús, esta pequeña pasta de trigo que se cocina con mucha rapidez y facilidad y es un acompañante perfecto para carnes y pescados, pudiéndose también convertir en plato principal cuando está combinado con verduras, ya bien sea en frío en forma de ensalada o en caliente, como sustitutivo de la pasta o del arroz convencional. El cordero es una carne muy sabrosa que, combinada con el cuscús, se convierte en un plato típico de algunos países árabes y del sur de Asia. El sabor intenso del cordero puede compensarse con algunas de sus especias más conocidas, haciendo que el cuscús se convierta en el contraste perfecto entre ambos sabores y termine de completar el plato, con su fuente de proteínas y carbohidratos.
Aunque a simple vista pueda parecerte un plato muy complicado y elaborado, su preparación no es de las más difíciles. Descubre cómo cocinar, paso a paso, esta deliciosa receta y deléitate con este manjar en casa cuando más os apetezca.
Elaboración
En una sartén con un chorrito de aceite de oliva virgen deberás cocinar, a fuego lento, los trozos de cordero. Como serán bastante gruesos, al tener el hueso, lo mejor es que vayas dándoles la vuelta constantemente, para que se cocinen bien por dentro y no se quemen por fuera. Cuando la carne esté doradita, añade la cebolla o el cebollino cortados a trozos pequeños y deja que se reblandezcan con la carne. Después añade un poco de caldo de ternera o de cordero. En el caso de que sea en pastillas, añade un poco de agua a la sartén para que puedan deshacerse bien y el sabor llegue a toda la carne. A continuación añade la zanahoria y el calabacín cortados a trozos pequeños en la sartén y deja que todo termine de cocinarse.
Por separado, pon agua a hervir para el cuscús o la sémola de trigo en un recipiente que después puedas cubrir. Cuando empiecen a salir burbujas en el agua, apaga el fuego y añade el cuscús. A continuación tapa el recipiente con un plato y espera unos minutos para que la sémola pueda crecer e hincharse, bebiéndose el agua hirviendo que había en el recipiente. Asegúrate de que no queda demasiado dura, puesto que no sería cómoda de comer y podría causarte malestar en la barriga.
Destapa el recipiente y deja enfriar el cuscús. Si está bien cocinado no te habrá quedado agua, pero si prefieres puedes colarlo para asegurarte de ello. A continuación puedes añadirlo a la carne que tenías en la sartén o servirlo por separado. En ambos casos deberás añadir sal al gusto y las especias que más te gusten. Puedes ponerle un chorrito de limón o bien cortar un trozo para decorar, al servir el plato, así como trocitos de cilantro o de perejil por encima, para darle un toque más sofisticado. El cordero con cuscús puede acompañarse con una salsa de yogur que contenga pepino, cebolla o cebollino, perejil y un poco de limón. Con esta salsa podremos contrarrestar el fuerte sabor del cordero y terminar un plato exótico y delicioso.