Costillar de cordero asado

Ahora que las fiestas navideñas se acercan es el momento de ir pensando el menú que se servirá a la familia y amigos cuando toque celebrar alguna de las comidas en casa. La sopa de galets o de picadillo, el capón o el cochinillo asado o el besugo al horno son algunos de los platos tradicionales que no pueden faltar durante la Navidad. Sin embargo, otro imprescindible en las reuniones familiares es el cordero. Esta carne -cuyo sabor es delicioso y de lo más intenso- no sólo es exquisita, sino que su consumo aporta una gran cantidad de beneficios al organismo gracias a su alto contenido en proteínas, vitaminas del grupo B y minerales como el zinc o el fósforo.

El costillar de cerdo asado es uno de los paltos estrella navideños

Se trata, además, de una carne de lo más versátil con la que se puede preparar una gran cantidad de platos, ya sea guisando el cordero, pasándolo por la plancha o haciéndolo en el horno. En el caso de las costillas, es precisamente asadas como mejor salen. Es cierto que se trata de una receta larga en la que el cordero se hornea por tandas durante un tiempo total de 3 horas. Sin embargo, merece la pena a la hora de comer su crujiente piel y ver como la carne se ha quedado completamente tierna gracias al horneado a baja temperatura. Además, si lo acompañas de patatas y cebolla tendrás un plato principal digno de una comida navideña. Si te animas a prepararlo tan solo tienes que seguir los pasos que te mostramos a continuación y ya sólo te quedará pensar en el primer plato y el postre con el que completarás tu menú.

Elaboración de costillar de cerdo

Comienza preparando las costillas lavándolas bajo el agua del grifo y quitando cualquier resto de pellejos o pieles. Luego deja que se escurran mientras preparas la marinada en con la que las vas a untar. Pela los 2 dientes de ajo y córtalos finamente antes de echarlos en un pequeño recipiente para mezclarlo con el resto de los ingredientes. Al ajo añade un poco de romero y de pimienta negra molida junto a una pizca de sal y un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Remueve para que todos los ingredientes se integren y, a continuación, unta las costillas ya lavadas y secas con la marinada. Luego pon la carne en la bandeja en la que la vayas a hornear con cuidado de que el interior de las costillas quede hacia arriba y deja que repose durante media hora para que la carne se empape de la marinada.

Puedes decorar la carne con romero, tomillo e incluso salsa barbacoa

Mientras tanto, pon a calentar el horno a 120º con calor arriba y abajo y sin ventilador para que, cuando haya pasado el tiempo de reposo de la carne, ya la puedas meter. El cocinado se hará en varias tandas, siendo la primera de 1 hora, aunque hay que tener en cuenta que todo depende del tipo de horno y del corte y grosor de la carne, por lo que el tiempo puede variar. Mientras la carne está en el horno, aprovecha para preparar la guarnición con la que vas a acompañar a estas deliciosas costillas de cordero asadas. Por un lado, pela las 8 patatas y después lávalas con abundante agua para eliminar cualquier resto de suciedad y tierra. Hay quienes prefieren cortarlas en rodajas, mientras que otras personas optan por meterlas en el horno enteras. Eso sí, si te decantas por la última opción lo mejor es que escojas patatas pequeñas tipo baby para que no se quede el interior crudo y te lleves una sorpresa a la hora de comerlas. Pela y pica también las 4 cebolletas.

Cuando la carne lleve en el horno una hora, saca la bandeja y retira las costillas. Luego cubre el fondo de la bandeja con las patatas y la cebolla y sazona por encima con un poco de sal y pimienta negra molida al gusto. Vuelve a colocar las costillas encima, pero en esta ocasión colocando la piel hacia arriba de forma que éstas se horneen homogéneamente. Ahora el tiempo de horneado volverá a ser 1 hora y, pasado ese tiempo, habrá que subir la temperatura del horno a 180ºC durante otros 45 minutos. Por último, asegúrate de que la piel queda perfectamente crujiente dejando otros 15 minutos a 200ºC. Cuando pase ese tiempo, ya podrás servir la carne a tus comensales decorada con algunas ramitas de romero y dejar a todo el mundo con la boca abierta con estas costillas de cordero al horno.