Ensalada de sardinas

Con la llegada del calor es muy frecuente la preparación de ensaladas. Apetecen alimentos fríos y que no sean demasiado pesados, en esta época se suelen comer más frutas y verduras en frío como el gazpacho o el salmorejo. Se pueden elaborar ensaladas con casi todos los ingredientes que se te ocurran. Hoy vamos a preparar una rica ensalada de sardinas.

La sardina es un pescado azul muy saludable, aporta numerosas vitaminas y es muy nutritivo. Ayuda a la reducción del colesterol y los triglicéridos con una dieta sana y equilibrada.

Elaboración de ensalada de sardinas

En primer lugar, vamos a cocer el huevo que es lo que más tiempo tarda. Utiliza un cazo pequeño y llénalo con agua, pon el cazo en el fuego a máxima temperatura para que el agua comience a hervir. Una vez que está el huevo hirviendo, échalo al agua durante 8 minutos. Pasado ese tiempo retira y deja que se enfríe.

El pescado que utilices para tu ensalada puede variar siempre que sea de calidad

Para hacer la ensalada utiliza un bol grande o una ensaladera, si la lechuga es de bolsa ya viene lavada si no es el caso es muy importante que laves bien sus hojas, la mayoría de las veces suelen llevar insectos o restos de tierra.

Pon las hojas de lechuga cortadas y lavadas dentro del bol. Añade las aceitunas, el tomate lavado y partido, la cebolleta también lavada y partida.

Exprime el zumo de limón encima de los ingredientes. Abre la lata de sardinas, si has elegido para la ensalada de sardinas unas en aceite vegetal, escúrrelas bien. Si has elegido unas sardinas en aceite de oliva virgen extra puedes añadir dicho aceite al resto de ingredientes de la ensalada.

El último paso para una ensalada perfecta es aliñarla

Pela el huevo y pártelo como prefieras, un buen truco es partirlo en rodajas. Añádelo al resto de ingredientes. Y, por último, añade la sal, el vinagre y el aceite a tu gusto.

Es una receta perfecta para comer de una manera saludable en estos días tan calurosos. Además, si dispones de poco tiempo es perfecta y una buena forma de incluir pescado en tus recetas. Si lo prefieres puedes añadir otro tipo de pescado a tus ensaladas como, por ejemplo, caballa, melva, ventresca o atún.