Receta paso a paso
- Juntar la levadura y el agua tibia. Revolver hasta que se disuelva por completo.
- Mezclar el harina, el agua con la levadura, la sal y el aceite y amasar por 10 minutos.
- Tapar la masa y dejar descansar una hora.
- Mientras reposa la masa se sofríe un poco la cebolla con aceite.
- Estirar con las manos la masa formando un rectángulo, con ayuda de los dedos hacer pequeñas hendiduras y colocar encima la cebolla dulce, poner el romero por encima y cubrir con una trapo húmedo.
- Dejar reposar 30 minutos.
- Precalentar el horno a 200 grados.
- Hornear a 200 grados entre 20 y 30 minutos.
- Echarle aceite de oliva, dejar enfriar y servir.
Receta completa
La focaccia es un plato típico de la cocina italiana, concretamente de la región de Liguria, que al igual que la tradicional pizza presenta grandes variedades gracias a la neutralidad de su masa. Aunque es un plato típico de la gastronomía italiana lo cierto es que se cree que la focaccia procede de los antiguos estruscos o los antiguos griegos.
La focaccia es un tipo pan cubierto generalmente por hierbas y otros alimentos como las aceitunas, el queso, el pollo o como es el caso de esta receta, la cebolla. En Italia, la focaccia se aliña generalmente con aceite de oliva y sal gruesa y es aromatizada con hierbas como el romero. No solo es típico consumir focaccia en Italia sino que tiene mucha popularidad fuera de este país donde se come en forma de sándwich como es el caso de Argentina, Perú, España, Costa Rica y Venezuela.
Elaboración
Para empezar con esta receta es necesario mezclar la levadura instantánea con agua tibia para que se disuelva bien. Posteriormente hay que mezclar la levadura con el harina, un poco de sal y aceite de oliva. Cuando la mezcla esté homogénea hay que amasarla muy bien sobre una mesa y con ayuda de las manos hasta que la masa tenga un aspecto liso y elástico. Una buena forma de comprobar si la masa está lista es hundiendo un dedo y comprobando que la masa vuelve a su forma original. Una vez esté lista, se coloca la masa en un recipiente recubierto de harina para que la masa no se pegue y después hay que cubrirla con un trapo y dejarla reposar durante una hora hasta que la masa doble su volumen.
Una vez haya crecido la masa es necesario amasarla bien con ayuda de un rodillo para extenderla dándole una forma de rectángulo. Posteriormente se coloca la masa en una bandeja para horno con un papel especial para hornear, así evitaremos que la masa se pegue o incluso se queme por la parte de abajo. Se pinta la masa con aceite y se deja reposar la masa media hora tapada con un trapo. Mientras reposa la masa se sofríe la cebolla con aceite.
Cuando la masa haya reposado se precalienta el horno a 200 grados y se hacen hendiduras por toda mas presionando con el dedo hasta que se creen pequeño huecos sin llegar a atravesar la masa. Se coloca la cebolla cortada en juliana el romero al gusto junto con un poco de sal y se hornea la focaccia a 200 grados durante 20 minutos. Para comprobar que la masa está bien hecha es conveniente golpearla con una pala de madera y comprobar que se escucha hueco. Cuando la focaccia esté bien hecha se pinta con aceite y se deja enfriar para poder servirla cortada en porciones rectangulares o cuadradas.