Receta paso a paso
- Lo primero que deberemos hacer será eliminar toda la grasa que pueda tener el pollo crudo. Podemos comprar un pollo entero y desmenuzarlo, solo las pechugas o solo los muslos, dependiendo de la parte del mismo que más nos guste. Recuerda que las pechugas serán más secas, pero tendrán menos grasa, y la parte de los muslos será más sabrosa, pero tendrá más grasa que las pechugas.
- Una vez hayamos quitado todos los nervios, la grasa y los huesos de la carne de pollo deberemos desmecharla, es decir, cortarla en tiras muy finitas. En un plato pondremos un poco de harina e iremos rebozando los trocitos de pollo desmechado. En una sartén con dos dedos de aceite de oliva virgen extra pondremos la carne de pollo a freír. El fuego deberá estar bastante alto, por lo que la carne no deberá estar friéndose durante mucho rato. Una vez esté doradita, y antes de que se queme, retiraremos los trozos que ya estén listos y los pondremos sobre un plato con un papel de cocina por encima para que chupe bien el exceso de aceite.
- En una sartén limpia pondremos un poquito de aceite de oliva virgen extra y añadiremos la cebolla pelada y cortada a daditos a fuego medio, para que se vaya dorando despacito. A continuación añadiremos los champiñones o el variado de setas todas laminadas y dejaremos que se cocinen bien. Tritura el tomate y ponlo en la sartén, bajando el fuego para que se cocine todo poco a poco. Después sazona con una pizca de sal y otra de pimienta y remueve los contenidos de la sartén para que terminen de integrarse.
- Añade la almendra picada y el vasito de vino blanco sin dejar de remover todos los ingredientes para que quede todo bien integrado y, pasados unos pocos minutos, añade el pollo frito para que pueda absorber el sabor de todo el contenido de la sartén. Hierve un poco de arroz blanco si quieres añadirlo a la salsa y al pollo o bien sírvelo a parte por si alguno de los comensales quiere complementar así el delicioso frincandó de pollo que acabas de preparar.
Receta completa
Hay platos típicos que apetecen en cualquier época del año, independientemente de que sean recetas que se sirven en frío o en caliente. El pollo es una carne blanca idónea para todo el mundo, ya que tiene grandes fuentes de proteína, ideales sobre todo para aquellos que realizan deporte de manera regular o para los niños en edad de crecimiento. La carne de pollo, además, tiene menos calorías que la carne roja o la carne de cerdo, por ejemplo, por lo que se incluye también en la mayoría de dietas bajas en grasas para personas que buscan perder o mantener peso.
El frincandó de pollo es un plato bastante popular en muchos hogares de nuestro país. Aunque los ingredientes que acompañan al pollo pueden diferir de una ciudad o de una comunidad autónoma a otra, la base del fricandó de pollo suele ser muy similar en todos los lugares, lo que hace que sea una delicia para disfrutar, sobre todo los días en los que suele reunirse la familia alrededor de la mesa.