Receta paso a paso
- Lava el limón y rállalo con cuidado de no llegar a la parte blanca del interior de la piel, ya que puede amargar el resultado final.
- Pon los 500 mililitros de leche entera a infusionar en una cazuela a fuego medio-bajo y agrega la piel de limón rallada, la rama de canela y 60 gramos de azúcar.
- Antes de que la leche rompa a hervir retÃrala del fuego y deja que repose hasta que se temple.
- Cuando la leche se haya enfriado, cuélala para quitar la piel del limón y la rama de canela.
- Vierte la leche infusionada en un recipiente y métela en el congelador durante 2 horas.
- Una vez transcurrido ese tiempo, sácala del congelador y remuévela. Vuelve a meterla durante un par de horas más. Luego repite la operación hasta que la leche haya pasado un total de 6 horas en el congelador.
- Justo antes de sacar la leche, prepara el merengue poniendo las 3 claras de huevo en un bol y batiéndolas con unas varillas eléctricas.
- Cuando las claras empiecen a tomar cuerpo agrega los 40 gramos de azúcar poco a poco y sin dejar de remover hasta que las claras lleguen a montarse a punto de nieve.
- Mezcla la leche infusionada con el merengue, añadiendo la primera poco a poco y mezclando con movimientos envolventes para que las claras no se bajen.
- Sirve en unas copas y espolvorea un poco de canela en polvo por encima.
Receta completa
"Tengo una vaca lechera, no es una vaca cualquiera. Me da leche merengada, ¡ay! Qué vaca tan salada. Tolón, tolón. Tolón, tolón". ¿Quién no ha cantado alguna vez esta canción? Igual de famosa que esta copla es la leche merengada, una bebida tÃpica de España cuyos orÃgenes se cree que están en la zona del levante -Castellón, Valencia, Alicante y Murcia-, donde goza de gran popularidad en bares y heladerÃas. Aunque se desconoce la fecha exacta en la que esta bebida nació, sà se sabe que era una de las más populares a finales del siglo XVIII en Madrid y ya se hacia referencia a ella en la novela 'Fortunata y Jacinta' de Benito Pérez Galdós publicada entre 1886 y 1887. Lo común es que se sirva muy frÃa, incluso casi helada, lo que convierte a la leche merengada en una bebida perfecta para el verano y cuyo delicioso sabor recuerda mucho al del arroz con leche. Si lo prefieres también puedes meterla en el congelador y tomar en forma de helado, lo que la convierte en un postre perfecto para los dÃas de calor. Aprender a hacer tu propia leche merengada en casa es muy fácil y sencillo, además de que los ingredientes que necesitarás son tan básicos como leche, huevos y azúcar. ¡Manos a la obra!
Elaboración
El primer paso para empezar a prepara esta deliciosa y refrescante leche merengada es rallar el limón. Lávalo antes bajo el agua del grifo del fregadero para eliminar posibles restos de suciedad o cera y, cuando lo ralles, ten mucho cuidado de no llegar a la parte blanca del interior de la piel para evitar su sabor amargo. A continuación, pon en una cazuela los 500 mililitros de leche entera y agrega la piel del limón, la ramita de canela y 60 gramos de azúcar. Pon todo a calentar a fuego medio-bajo y remueve de vez en cuando para ayudar al azúcar a diluirse. De esta forma conseguirás que la leche se emulsione con la canela y el limón. Justo antes de que la leche empiece a hervir retira el cazo del fuego y deja que la mezcla se enfrÃe a temperatura ambiente durante más o menos 30 minutos.
Cuando la leche esté frÃa cuélala con un colador fino para quitar las cáscaras de limón y la rama de canela. Vierte la leche en otro recipiente y métela en el congelador durante 2 horas. Una vez haya transcurrido el tiempo indicado saca el recipiente del congelador, remueve la leche y vuelve a meterla durante un par de horas más. Repite la operación una vez más. Es decir, la leche tendrá que estar en el congelador durante 6 horas. Justo antes de sacarla por tercera y última vez, es el momento de preparar el merengue.
Para ello pon las tres claras de huevo en un bol y bate con unas varillas eléctricas. Cuando compruebes que ya empiezan a tomar cuerpo tendrás que añadir los 40 gramos de azúcar que habÃan sobrado. Esta cantidad de azúcar es un poco relativa, ya que se puede variar dependiendo de los gustos de cada persona. Hay quienes prefieren que la leche merengada no sea demasiado dulce, aunque lo más golosos seguro que no están del todo de acuerdo. Vete añadiendo el azúcar poco a poco y sin dejar de batir, hasta que finalmente las claras se hayan montado a punto de nieve. Te aconsejamos que saques los huevos de la nevera un par de horas antes de montar las claras, ya que a temperatura ambiente se consigue una textura mucho más firme.
Cuando tengas tu merengue preparado, saca la leche del congelador y vete añadiéndola poco a poco a las claras de huevo montadas. Mezcla todo con la ayuda de una lengua de cocina y siempre haciendo movimientos envolventes para evitar que el merengue pierda cuerpo y se baje. Cuando todos los ingredientes estén perfectamente ligados y hayas conseguido una mezcla homogénea, ya será el momento de servir esta deliciosa bebida. Viértela en unas copas y espolvorea por encima un poco de canela en polvo. Eso sÃ, si te gusta que la leche merengada tenga una textura un poco más espesa, métela en el congelador otra vez y remuévela de vez en cuando.
Asà que ya lo sabes, si este verano quieres triunfar entre tu familia o amigos no dudes en preparar esta receta, que ya sea en forma de bebida o helado es muy refrescante y seguro que te llevas las felicitaciones de todos tus invitados. Y si quieres darle un toque diferente puedes probar a servirlo con un chorrito de café o espolvorear por encima un poco de vainilla o cacao en polvo.