Lemon bars

Su nombre puede parecer desconocido, pero hablando claro, son unos cortadillos o bizcochitos de limón . Hechos en moldes bajos, su elaboración es muy sencilla y quedan muy esponjosos.

Elaboración

Lo primero que hay que hacer es precalentamos el horno a 180ºC y colocar la rejilla del horno en el tercio superior. A continuación engrasa un molde rectangular apto para el horno, recubre el interior con papel vegetal para horno y vuelve a engrasar. Después, reserva. En un cuenco amplio, combina la harina, el azúcar y la sal con ayuda de unas varillas.

Este bollito es muy vistoso

A continuación, añade la mantequilla, bien fría y cortada en pequeños dados, y la integras a la mezcla de ingredientes secos del punto anterior con ayuda de un pastry blender, un par de cuchillos o incluso con la yema de los dedos. No debes mezclar en exceso para que la mantequilla no se caliente y se llegue a ablandar.

Después, rellena el molde que tenías preparado con la mezcla anterior, repartiéndola bien por toda la base, y presiona con los dedos para que quede una capa bien compacta y uniforme. Si ves que la mantequilla empieza a fundirse y se te pega a las manos, introduce el molde en el frigorífico durante unos 10 minutos; así será mucho más sencillo conseguir una base uniforme y compacta. Hornea durante 20 minutos hasta que los bordes empiecen a dorarse y reserva sobre una rejilla hasta que añadas el relleno.

Procura que quede muy esponjoso

Mientras se hornea la base podemos ir preparando el relleno. Empezamos batiendo con suavidad los huevos y el azúcar en un cuenco mediano hasta obtener una mezcla homogénea. Seguidamente, agrega el zumo y la ralladura de limón y mezcla de nuevo hasta combinar por completo.

Finalmente, añade la harina, tamizada directamente sobre la mezcla anterior, y mueve con unas varillas.

Ahora reduce la temperatura del horno a 165ºC y coloca la rejilla en la posición central. Vierte la mezcla anterior sobre la base aún caliente y hornea durante unos 22-25 minutos, justo hasta que el relleno se haya cuajado. Retira del horno y deja enfriar por completo sobre una rejilla. Una vez esté frío el molde, lo cubres con film transparente y refrigera durante al menos 4 horas. A la hora de servir, espolvorea con azúcar glas y corta las porciones con un cuchillo bien afilado.