Receta paso a paso
- Calienta el agua durante unos segundos en el microondas y luego viértela sobre un recipiente amplio.
- Agrega el huevo, el aceite, la leche y una pizca de sal al agua y remueve para ligar todos los ingredientes.
- Añade la harina, el azúcar y la levadura y mezcla todo hasta formar una bola con la masa.
- Deja reposar la masa durante 10 minutos. Después comienza a amasarla con las manos hasta lograr que esté fina y lisa.
- Haz una bola con la masa y colócala en un cuenco untado con aceite de oliva. Cubre con papel film y deja reposar durante 2 horas hasta que doble su volumen.
- Espolvorea un poco de harina en la encimera y pon la masa encima. Presiona con los dedos para sacarle todo el aire.
- Divide la masa en porciones de 90 gramos, dales forma redondeada con las manos y ponlas sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal. Sobre ella, aplana un poco la bola de masa con la palma de la mano para que quede un poco achatada.
- Cubre con un trapo y deja reposar durante aproximadamente 1 hora, hasta que se hinchen y la masa esté tierna.
- Calienta el horno a 220°C con calor arriba y abajo. Pinta los panes con un poco de agua y espolvorea semillas de sésamo por encima.
- Baja el horno a 200°C y mete el pan durante 20 minutos hasta que éste esté dorado. Cubre con papel plata si ves que algunas zonas se cuecen antes de tiempo.
- Pasado el tiempo, saca los panecillos del horno y deja que se enfríen sobre una rejilla.
Receta completa
Receta completa
¡Qué rica está una buena hamburguesa! Pero ésta sabe mejor cuando la preparas tú misma en casa. Gracias al nuevo estilo de vida saludable que poco a poco ya va instalándose en nuestra sociedad, cada vez son más las personas que se preparan sus hamburguesas caseras en vez de comerlas en un restaurante. Sin embargo, hay un ingrediente que aún poca gente se atreve a hacer y que prefiere comprar: el pan. Muchas personas piensan que hacer pan es difícil, costoso y un proceso en el que se pierde mucho tiempo. Sí que es cierto que la masa del pan necesita varios procesos de reposo para que la levadura leve y fermente, pero con un poco de paciencia y esta receta podrás preparar rápidamente un delicioso pan de hamburguesa recubierto de semillas de sésamo y con una miga suave y tierna.
Elaboración
El primer paso para preparar este esponjoso pan de hamburguesa es calentar los 125 gramos de agua en el microondas durante unos segundos. Cuando esté templada, viértela en un recipiente grande. Luego añade los 150 gramos de leche entera, los 25 gramos de aceite de oliva, el huevo y una pizca de sal y mezcla todo. A continuación, agrega a los ingredientes líquidos los 500 gramos de harina de fuerza, los 10 gramos de levadura fresca y los 20 gramos de azúcar. Mezcla todos los ingredientes y luego haz una bola con la masa que deberás dejar reposar durante 10 minutos. Pasado ese tiempo, comienza a amasarla y moldearla con las manos hasta conseguir una masa lisa y fina. Otra opción es que en vez de amasar vayas estirando uno de los extremos de la masa y luego lo dobles sobre sí misma. Vete girando el bol y repite la operación 5 o 6 veces. Después deja que vuelva a reposar durante 15 minutos y vuelve a repetir los plegados, repitiendo todo el proceso hasta conseguir la textura deseada.
Cuando ya tengas la masa en su punto perfecto de amasado, vuelve a hacer una bola con ella y colócala en un recipiente previamente untado con un poco de aceite de oliva para evitar que la masa se pegue. Luego cúbrela con un trozo de papel film y déjala reposar durante 1-2 horas. Una vez haya pasado el tiempo indicado podrás comprobar que la masa ha doblado su tamaño inicial, por lo que ya podrás empezar a trabajar con ella para dar forma a tus panecillos. Antes de sacar la masa del recipiente, cubre una bandeja de horno con un poco de papel vegetal o papel para hornear. A continuación, espolvorea un poco de harina en la encimera o en una superficie lisa y coloca la bola de masa sobre ella.
Con lo dedos vete presionando sobre toda la superficie de la masa. Verás que ésta se deshincha poco a poco, ya que lo que estás haciendo es quitarle todo el aire que contiene. El siguiente paso será estirar un poco la masa para darle una forma alargada. No hace falta que la amases con un rodillo ni la estires demasiado, tan sólo tendrás que darle esa forma para que sea más cómodo dividirla en trozos. La masa podrás cortarla según el tamaño y el número de panes de hamburguesa que quieras conseguir. Nosotros te recomendamos que los trozos sean de aproximadamente 90 gramos cada uno, teniendo al final entre 8 y 10 panecillos de tamaño mediano. Cuando hayas dividido toda la masa, coge una de las porciones y dobla las puntas hacia dentro. Luego empieza a darle forma redonda con las manos suavemente y sin presionar demasiado. Con que la hagas girar sobre sí misma entre las palmas de tu mano será suficiente para conseguir la forma deseada.
A medida que vayas dando forma a todos los trozos de masa, vete dejándolos en la bandeja con el papel vegetal y aplástalos un poco con la palma de la mano para que tengan una forma un poco más aplanada. Ten cuidado de dejar separación entre un pan y otro, evitando así que éstos se peguen cuando los hornees. Cuando tengas todos los panecitos colocados en la bandeja cubre con un paño limpio de cocina y deja que reposen durante aproximadamente 1 hora. El tiempo exacto depende de la temperatura de tu cocina, por lo que tendrás que vigilarlos hasta que veas que la masa se haya hinchado hasta doblar su tamaño y esté blanda. No tengas miedo a dejarlo bastante tiempo, ya que es muy importante que el pan adquiera la textura perfecta para evitar que se raje con el calor del horno.
Cuando veas que ya están listos para hornear, calienta el horno a 220°C sin aire y con calor arriba y abajo. Antes de meter el pan, pinta parte superior de cada una de las porciones con un poco de agua y espolvorea de forma homogénea algunas semillas de sésamo. A continuación, baja la temperatura del horno a 200°C, pulveriza un poco de agua en el interior y mete la bandeja con los bollos a media altura. El tiempo de horneado es aproximadamente de 20 minutos, hasta que se hayan puesto dorados. Pero si ves que se doran antes de tiempo, cúbrelos con un papel de aluminio para evitar que se quemen. Cuando ya estén listos, sácalos del horno y colócalos sobre una rejilla para que se enfríen... ¡ya puedes disfrutar de tu hamburguesa!