Receta completa
Las peladillas de almendra son uno de los dulces más típicos navideños de la gastronomía española. Aunque tienen su origen en la Comunidad Valenciana, se han extendido a lo largo del tiempo por todo el territorio, convirtiéndose en uno de los símbolos por excelencia de la Navidad. Su receta es antiquísima y, según fuentes históricas, las peladillas ya existían en la época romana.
Junto al turrón y al mazapán, son uno de los dulces clásicos que residen en todos los hogares durante la sobremesa de las celebraciones navideñas. Las peladillas van siempre metidas en bolsitas de plástico, cerradas con lacitos de colores y, algunas personas, incluso las utilizan como regalo en bodas, bautizos o comuniones.
Elaboración
Se pone a calentar una cazuela con agua a fuego medio y, cuando esté empezando a hervir, se echa la mitad del azúcar (250 gramos) y se deja un minuto en el fuego, sin parar de remover, hasta que se disuelve. Una vez que se haya integrado por completo el azúcar con el agua, se añade la canela y se vuelve a remover, dejando hervir la mezcla 5 minutos más. Cuando esté listo, quedará una textura similar a la del almíbar.
Una vez hecho esto, se apaga el fuego y se vierten las almendras peladas en la cazuela junto al azúcar y se remueve hasta que estén todas bien empapadas con el dulce. Luego, se van sacando las almendras de la cazuela y se repite el proceso con la siguiente tanda de almendras. Una vez que estén barnizadas todas en almíbar, se dejan reposar en un plato y secar a temperatura ambiente. Cuando estén frías, ya están listas para embolsarlas o, por el contrario, para esparcirlas en una bandeja junto a turrones y otros dulces navideños.
Están peladillas no tienen ningún color, pero, si se quieren de colorines, lo único que hay que hacer es añadir una gota de colorante de reportería cuando se está preparando el almíbar. Y, para terminar, recordar que, si no se han comprado las almendras ya tostadas, antes de hacer el almíbar, se tienen que torrar, ya sea en el horno o en una sartén.