Receta completa
A pesar de tratarse de una comida abundante, la pizza mediterránea aglutina en su haber una cantidad de alimentos que son básicos para una buena dieta. No es necesario comerse una entera, pero sí que puede compartirse, para que esta receta se tome mejor en compañía.
Elaboración de la receta
Mientras se descongela la base de pizza ya preparada o sube la masa que se acaba de prepararpor efecto de la levadura, se irán preparando los demás ingredientes. Para ello, se harán servir en primera instancia el tomate frito, que también se puede preparar de manera casera.
Si es así, se necesitarán alrededor de un kilo de tomates maduros para terminar con 500 gramos de tomate frito. Estos se introducirán -con una hendidura en forma de cruz en uno de sus lados- en una olla con agua hirviendo y se sacarán del fuego cuando la piel empiece a pelarse por sí sola. Mientras tanto, se picarán el ajo y la cebolla.
Luego se meterán en un recipiente con agua fría para que no quemen y se terminarán de pelar. Se trocearán y se añadirán a una sartén a fuego medio y con un chorrito de aceite. Una vez esté calentándose, se salpimenta al gustoy se añaden el ajo y la cebolla picados, así como la cucharada de azúcar y las demás especias. Estás últimas (orégano y albahaca principalmente) pueden reservarse para espolvorear por encima al final si se prefiere.
Una vez estén listas tanto la masa como la base de tomate, se continuará con la mezcla de ambas. Para ello se necesita un rodillo de cocina con el que estirar la masa preparadahasta la medida y grosor que se busque. Luego, con ayuda de una cuchara más o menos grande, se extiende la base de tomate preparado para la pizza mediterránea cubriendo hasta casi todo el borde.
A continuación, con la base ya dispuesta, se pueden empezar a colocar los demás ingredientes para darle el sabor característico del mediterráneo. Intercala los productos, para que así no queden montones de un mismo sabor en una parte. Y siempre con cuidado de cubrir toda la superficie.
Para que sea más sencillo y cómodo, es mejor partir en dos las aceitunas y dejar algunas enteras como decoración. Los pimientos se pueden intercalar en el modo de corte: unos cachos en cuadrados pequeños, otros más alargados y algunos redondeados. El jamón dulce se puede pedir con el tamaño y la forma que se quiera en la carnicería, que será donde mejor conserve el sabor. Por último, la mozzarella se debe cortar también en tacos más gruesos, ya que después el calor del horno derretirá algunos de ellos.
Con todo ello ya listo, se espolvorea un popurrí de especias al gusto antes de introducir la pizza mediterránea en el horno. El orégano es un imprescindible en la cocina italiana, así como el toque de sabor que le aporta la albahaca. Con el horno a unos 200 grados la pizza se terminará de hacer en unos 15 minutos aproximadamente.
Consejos de preparación
Esta receta puede tener diversas variantes. Hay quien prefiere cambiar el jamón dulce por trocitos de pechuga de pollo; mientras que, por el contrario, las recetas vegetarianas no incluyen en esta pizza mediterránea más que ingredientes provenientes de la huerta, además del queso. También se puede modificar y añadirle champiñones cortados en tiras, así como ponerle el toque distintivo con pequeñas hojas de menta.