Receta completa
El plato de pollo al chilindrón es un clásico de la gastronomía española que todo el mundo debe conocer. Se trata de un pollo en una deliciosa salsa con pimientos y tomate, jamón serrano y un punto de ajo riquísimo. Esta receta lo tiene todo ya que además de ser sencilla y es muy económica.
El pollo al chilindrón es perfecto para las comidas en familia o para aquellos que se organizan la comida del trabajo, ya que también es ideal para llevar en un tupper. Este plato es muy tradicional en España desde hace muchos años y aunque todo el mundo lo conoce, muy poca gente sabe de su origen y preparación.
La idea de este plato surgió en Aragon, más concretamente en un juego. Cuentan que en Aragón existía un juego de cartas que se denominaba 'chilindrón' y que el que ganaba la partida tenía el derecho de pagar la comida, el chilindrón.
El chilindrón es como se le llama a la salsa de este plato, que esta compuesta por cebolla, ajos, tomates, jamón serrano y pimientos rojos. Sin duda, esta es la clave de esta famosa receta de pollo, ya que la salsa es lo que le da ese sabor tan único y especial.
El pollo al chilindrón se ha extendido por toda España, pero sobre todo es famoso, además de en Aragón, en la cocina de la Rioja y Navarra. Lo normal es que la salsa acompañe siempre a la carne del pollo, pero también es posible cocinarla con carnes como el conejo o el cordero.
Al tratarse de una receta de pollo guisado, deberás tener paciencia porque necesita su tiempo de cocción para que la salsa sea perfecta y se integren bien los sabores. Por otro lado, es un plato basado verduras y hortalizas rojas, además del pollo, por lo que es una receta muy sana que cualquier persona que siga una dieta baja en calorías puede consumir.
Elaboración
Pon a calentar un gran chorro de aceite de oliva en la sartén, pela dos dientes de ajo y cocínalos hasta que queden doraditos. Cuando hayan cogido el color, retíralos de la sartén ya que lo que se busca es que se quede el sabor en ella.
Quita la piel al pollo y lávalo bien. Ya troceado, ponlo a cocinar en la misma sartén donde has dorado el ajo y añade un poco de sal. Fríelo a temperatura media y ten paciencia hasta que se quede dorado. Una vez listo, retíralo de la sartén y reserva.
En una olla grande, pon a calentar un chorro generoso de aceite de oliva virgen extra. Pica los ajos, corta la cebolla grande en juliana y añádelos a la cacerola para que se pochen a fuego medio. Cuando la cebolla empiece a dorarse, lava los pimientos, córtalos en tiras y añádelos a la olla para que se poche todo junto.
Lava los tomates, pélalos y córtalos en tacos. Trocea también el jamón y cuando los pimientos estén al dente añade únicamente el jamón a la olla. Pasados un par de minutos, incorpora también los trozos de tomate. Cocina todos los ingredientes a fuego medio-bajo durante 8 minutos. Deberás estar pendiente y remover para que no queden pegados al fondo de la olla.
Transcurrido el tiempo señalado, añade a la olla el pollo troceado y vierte encima los 250 mililitros de vino blanco. Remueve todo bien para que la salsa se reparta por el pollo y deja cocinar todo junto a fuego medio-bajo durante otros 8 minutos.
Si eres un amante de la salsa y quieres que haya de sobra, añade un poco más de agua para que no quede muy seco el guiso. También puedes añadir un poco de tomillo o romero que le dará al pollo otro toque especial.
Cuando pasen los 8 minutos y tu pollo esté listo, rectifica y añade más sal si lo consideras necesario. Retira la olla del fuego y tu guiso estará listo para emplatar. Sírvelo nada más retirarlo del fuego para que este caliente y recién hecho.