Ingredientes para Menos 4 Más personas
- 175 mililitros de leche entera
- 150 gramos de harina de trigo
- 1 huevo
- Mantequilla
- Sal
Receta paso a paso
- Tamiza los 150 gramos de harina de trigo y ponlos en un recipiente grande junto a una pizca de sal.
- Haz un agujero en el centro de la harina y vierte en él el huevo. Remueve con unas varillas eléctricas hasta que los ingredientes se hayan integrado.
- Incorpora los 175 mililitros de leche entera y vuelve a batir. El resultado debe ser una masa homogénea y lisa sin grumos.
- Pon a calentar el horno a 180ºC y, mientras tanto, unta el molde o los moldes con un poco de mantequilla para evitar que el pudding se pegue.
- Vierte la masa en el molde con cuidado de no llenar más de ¾ de su altura y luego mete en el horno durante 25-30 minutos.
- Una vez pasado ese tiempo comprueba que está perfectamente hecho pinchando con la punta de un cuchillo. Si sale limpia puedes sacarlo ya del horno, sino déjalo durante unos minutos más.
- A la hora de servirlo hazlo junto a una carne preparada en el horno, aprovechando su jugo para regar el pudding con él.
Receta completa
El pudding de Yorkshire es uno de los platos más conocidos que se pueden encontrar dentro de la gastronomía inglesa. A pesar de su nombre, se desconoce si su origen está en el propio condado de Yorkshire, aunque se tiene constancia de que ya desde el siglo XVII se preparaba en los hogares de Reino Unido. Este pudding consta de una masa que se prepara en el horno y que, tradicionalmente, se presentaba como primer plato y empapada con el jugo de la carne que se servía a continuación, de ahí que tenga una forma redondeada con bordes altos. La idea era que los comensales se llenaran con el pudding antes de la llegada del plato principal. En la actualidad, lo normal es que se coma como guarnición de la carne durante las comidas familiares. Además, también pueden encontrarse otras variantes que se rellenan de la propia carne o de verduras.
Elaboración del Pudding de Yorkshire
Para preparar este pudding de Yorkshire que es perfecto para acompañar a cualquier tipo de carne, lo primero que hay que hacer es poner en un recipiente amplio los 150 gramos de harina de trigo previamente tamizada -un paso esencial para evitar que luego queden grumos en la masa- y una pizca de sal. Luego haz un hueco en el centro de la harina y casca dentro de él el huevo. Bate con unas varillas eléctricas hasta que los ingredientes se hayan integrado. A continuación, agrega los 175 mililitros de leche entera y vuelve a batir hasta que tengas una masa con una textura suave y homogénea.
Cuando tengas la masa lista, pon a calentar el horno a 180ºC. Mientras éste se calienta, unta una bandeja o un molde cuadrado con un poco de mantequilla para evitar que el pudding se pegue y se rompa al sacarlo. Si prefieres hacer pequeños pudding puedes utilizar moldes individuales. Luego vierte la masa en ellos con cuidado de no llenar más de ¾ de su altura y mételo en el horno durante 25 o 30 minutos. El momento de sacarlos será cuando los pinches con la punta de un cuchillo y compruebes que ésta sale seca, señal de que ya están perfectamente cocinados.
Cuando los saques del horno verás que ha aumentado de tamaño y ha adquirido un bonito tono dorado, además de estar de lo más crujientes a la hora de morderlos. A la hora de presentarlo en la mesa, y en caso de que hayas optado por un pudding grande, tendrás que cortarlo en pequeñas porciones cuadradas. Si no sabes con qué tipo de carne servirlo, lo mejor es que lo hagas con alguna asada, de forma que puedas aprovechar el calor del horno ya encendido y regar con su jugo el pudding de Yorkshire. ¡Tus invitados se chuparán los dedos!