Receta paso a paso
Receta completa
El pulpo es uno de los alimentos principales de la gastronomía gallega, es un molusco duro que debe cocerse de una forma especial para que su carne quede tierna. Además de estar delicioso, el pulpo cuenta con numeroso valore nutricionales como su alto nivel en minerales (calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio, sodio, cobre, manganeso, siendo el más importante y principal el zinc) y en vitaminas (A, E, C, B1, B2, B3, B5, B6 y B12) y además, a diferencia de otros moluscos y mariscos cuanta con un bajo nivel en colesterol. El pulpo es un molusco bastante versátil con el que se pueden preparar números platos como el pulpo a feira, el salpicón de pulpo, el carpaccio de pulpo, pulpo al ajillo, etc. En este caso, vamos a realizar una deliciosa receta de pulpo a la brasa, un plato similar al pulpo a feira pero en vez de simplemente cocer el pulpo, este es pasado por la parrilla o la brasa dotando a este molusco de un sabor diferente.
Elaboración
Para comenzar a elaborar nuestro pulpo a la brasa debemos cocer el pulpo. Para ello, es necesario ablandar un poco el pulpo congelándolo durante al menos dos días, de esta forma mataremos el nervio, lo que hace que la carne quede mucho más tierna. Cuando haya estado el tiempo necesario en el congelador, lo sacamos y lo descongelamos en el frigorífico y sobre una fuente en la que se pueda almacenar el jugo que suelte el pulpo al descongelarse. Si por el contrario, decides no congelar el pulpo, deberás darle varios golpes sobre la encimera o sobre una superficie dura.
Una vez que hayamos ablandado el pulpo, ponemos al fuego una cazuela lo suficientemente grande como para que entre el pulpo. Llenamos la cazuela de agua y cuando esta comience a hervir, añadimos el pulpo. A continuación, debemos ' asustar al pulpo ', una técnica que consiste en sujetar el pulpo por la cabeza y durante tres veces seguidas, lo metemos y lo sacamos de la cazuela, finalmente lo dejamos suelto en la cazuela hasta que esté cocido. El tiempo de cocción del pulpo dependerá del tamaño del mismo, en este caso como tenemos 2 kilos de pulpo necesitaremos unos 50 minutos, es decir, 25 minutos por kilo. Un truco para saber si el pulpo está listo es pinchando la parte más gorda con una punta de madera, si esta entra suavemente, el pulpo estará bien cocido. Cuando el pulpo esté listo lo sacamos de la cazuela y reservamos.
Una vez que tengamos el pulpo cocido, preparamos las patatas. Comenzamos pelando lavando y cortando las patatas en rodajas gruesas. Utilizando el mismo agua en el que hemos cocido el pulpo, cocemos las patatas, esto hará que las patatas tengan mucho más sabor. Cuando las patatas estén tiernas las sacamos de la cazuela con ayuda de un escurridos y las reservamos en un plato. Cuando tengamos las patatas listas, cogemos el pulpo cocido que habíamos reservado y separamos las patas de la cabeza con ayuda de unas buenas tijeras. Cogemos las patas del pulpo y con ayuda de un cuchillo, las abrimos de arriba abajo para que al cocinarlas no se cierren las ventosas. Una vez que tengamos las patas abiertas las pasamos por las brasas manteniéndolas el tiempo justo para que se doren por ambos lados. Si no tenemos brasas, podemos utilizar una plancha o en su defecto el horno para dorar o tostar las patas del pulpo.
Cuando tengamos todas las patas del pulpo braseadas solo nos queda emplatar. Para disfrutar de este delicioso pulpo a la brasa vamos a utilizar la misma técnica de emplatado que se utiliza con el famoso pulpo a feira o a la gallega. Para ello, comenzamos poniendo una cama de patata sobre un plato o sobre una tabla redonda y llana de madera, encima de las patatas colocamos el pulpo (las patas enteras o cortadas en rodajas) y por último espolvoreamos el pulpo con pimentón dulce, pimentón picante, sal gruesa y el aceite de oliva. Ya tendríamos nuestro pulpo a la brasa listo para servir y disfrutar junto a nuestro comensales.