Rosquillas de San Isidro

El 15 de mayo se celebra en Madrid la Feria de San Isidro, un día festivo en el que la ciudad se llena de música, baile y jolgorios en honor al santo Isidro Labrador. Desde hace ya 5 siglos también es tradición celebrar un picnic en el que se degustan algunos de los platos más ricos de la gastronomía tradicional madrileña como los huevos rotos con jamón, las gallinejas fritas o los entresijos. Sin embargo, las más famosas son las rosquillas de San Isidro, perfectas para poner el punto dulce a una divertida jornada en el campo disfrutando del aire libre y del ambiente primaveral que ya empieza a anunciar la llegada del verano. Así que, si quieres aprender a preparar estos deliciosos dulces en tu casa para celebrar San Isidro apunta bien esta receta, porque seguro que cuando las prepares en casa te las volverán a pedir más de una vez.

Puesto de rosquillas en la feria de San Isidro

El primer paso para empezar a preparar estas deliciosas rosquillas de San Isidro es verter los 100 mililitros de aceite de oliva en un cazo y ponerlo a calentar a fuego bajo. Añade también la corteza del uno de los limones, pero teniendo cuidado de no llegar a la parte blanca del interior de la cáscara, ya que puede aportar un desagradable toque amargo a la masa final. No te olvides de vigilar el aceite para evitar que el limón se queme cuando empiece a hervir. Mientras se calienta tritura las semillas de anís en un mortero hasta que queden completamente molidas, aunque si lo prefieres puedes sustituirla por una copa de anís seco. Tras media hora, retira el aceite del fuego y quita la cáscara de limón. Reserva el aceite para usarlo más adelante.

A continuación, pon 4 de los huevos en un bol amplio y añade también los 100 gramos de azúcar. Bate todo con la ayuda de unas varillas eléctricas hasta que los ingredientes se hayan ligado perfectamente. Luego tendrás que agregar los 350 gramos de harina y volver a remover, pero sin que ésta llegue a integrarse del todo con el resto de los ingredientes. Por último, vierte en el bol el aceite frito con la corteza de limón y las semillas de anís trituradas. Ahora ya sí que habrá llegado el momento de empezar a preparar la masa propiamente dicha, amasándola con las manos durante 5-7 minutos hasta conseguir una pasta homogénea.

Una vez tengas la masa lista sólo tendrás que empezar a darle forma a las rosquillas. Coge un poco de la masa (dependiendo del tamaño que quieres que tengan) y haz una bolita con ella. Luego pon la bola de masa en una bandeja de horno cubierta con papel vegetal y aplástala ligeramente con la palma de la mano. Por último, haz un agujero en el centro. Cuando ya hayas dado forma a toda la masa tendrás que pintarlas con un poco de aceite de oliva y dejarlas reposar durante 60 minutos a temperatura ambiente. Una vez haya pasado el tiempo indicado ya será el momento de meterlas al horno, precalentado a 210ºC, durante 20 minutos con calor arriba y abajo. Cuando veas que ya han adquirido un tono dorado por toda su superficie ya podrás sacarlas, aunque podrás dejarlas un poco más dependiendo de si te gustan más o menos hechas.

Cuando ya las hayas sacado del horno, déjalas sobre la bandeja para que se vayan atemperando

Cuando ya las hayas sacado del horno, déjalas sobre la bandeja para que se vayan atemperando. Mientras tanto puedes empezar a preparar el glaseado que servirá como cobertura. En un bol echa las 2 claras de huevo (las yemas no las necesitarás) y agrega también los 100 gramos de azúcar glas y el zumo de un limón. Bate todo con la ayuda de unas varillas eléctricas hasta conseguir una textura parecida al gel. En caso de que compruebes que el glaseado haya quedado demasiado espeso podrás ir añadiendo agua poco a poco mientras bates hasta lograr la textura deseada. Por último, pinta las rosquillas con el glaseado con la ayuda de un pincel de cocina o bien introduciéndolas directamente en el recipiente. Ahora ya tendrás tus rosquillas listas para celebrar el Día de San Isidro... ¡ya verás que ricas están!