Receta completa
Los sobaos pasiegos son uno de los postres más famosos de la gastronomía cántabra. Tienen su origen en los Valles Pasiegos, en Cantabria, aunque, con el tiempo, se han expandido por todo el territorio español, convirtiéndose en uno de los dulces más típicos de la repostería española.
Esta receta proviene de la zona rural del norte de España. Antiguamente, las campesinas de la época, en su receta originaria, mezclaban la masa del pan con huevos, miel y mantequilla. Hoy en día, la receta ha sufrido algunos cambios, pero lo que nunca ha cambiado es su molde de envoltorio, siempre cuadrado o rectangular. Al igual que otros dulces, como los mantecados o los polvorones, los sobaos pasiegos también tienen un foco concreto de producción.

El nombre del sobao proviene de la antigüedad. Y, es que, toda la harina venía de la masa de pan, que se "sobaba" con todos los ingredientes que se añadían a la masa para convertir el pan en otro plato completamente diferente. En la actualidad, los sobaos pasiegos suelen tomarse a la hora del desayuno o de la merienda, acompañados de un buen vaso de leche calentito o un café. Es un bollo esponjoso y delicioso, y que encanta a todo el mundo.
Elaboración
Para empezar, se mezcla en un bol la harina con la levadura y se reserva. Por otro lado, en un bol más grande, se baten los huevos con el azúcar, la sal, la ralladura de limón y la mantequilla. Es fundamental que la mantequilla esté blanda antes de añadirla en el bol, por, eso, antes de nada, nada, tiene que haber estado fuera del frigorífico un tiempo. A continuación, se añade la harina con la levadura en la otra mezcla y se remueve todo muy bien.

Una vez que esté todo mezclado, se rellenan los moldes específicos de los sobaos pasiegos con la masa, llenos solo hasta su 2/3 de capacidad. Cuando estén todos listos, se meten al horno, previamente calentado a 180º, y se hornean durante 15 minutos. Hay que controlar que no se horneen mucho para que queden esponjosos y no secos. Una vez listos, solo queda sacarlos del horno y dejarlos enfriar.