Suflé de patatas

La palabra suflé (o soufflé) viene del verbo francés souffler, que significa soplar o inflar. Este plato, que se cree que apareció por primera vez en la cocina durante finales del siglo XVIII y principios del XIX, es una delicatessen que no puede faltar en los mejores restaurantes. Además, el suflé también ha sido protagonista en muchas de las películas más famosas de Hollywood como es el caso de 'Sabrina', protagonizada por Audrey Hepburn. A pesar de que la receta tradicional se elabora a base de huevos, salsa bechamel y queso, chocolate o limón, actualmente se pueden encontrar muchas variantes que añaden otros ingredientes como el marisco o las verduras.

Hacer un buen suflé requiere de mucha práctica y ensayo, ya que es uno de los platos más complicados de elaborar de la cocina actual. Su dificultad no es prepararlo, ya que sus ingredientes son muy básicos, sino presentarlo ante los comensales sin que el suflé se baje al salir del calor del horno. Y es que, si un buen suflé está bien preparado, lo normal es que crezca por encima de los bordes del molde y adquiera una gran altura mientras se cocina. Tras sacarlo del horno, suele durar uno 20 o 30 minutos sin hundirse, por lo que la clave es servirlo nada más sacarlo. A continuación, te presentamos la receta para que sorprendas a tus amigos y familiares con un rico suflé de patata son chorizo.

Elaboración

El primer paso para preparar este delicioso suflé de patata y chorizo es quitar toda la piel que pueda tener el chorizo. Una vez pelado, tendrás que picarlo en trozos pequeños y ponerlo en una sartén a fuego lento. De esta forma, el chorizo irá perdiendo poco a poco parte de su grasa. Después de unos minutos, sácalo de la sartén y escúrrelo con la ayuda de un trozo de papel de cocina o papel absorbente y resérvalo para más adelante.

Puedes echar algún ingrediente más además de patata

A continuación, será el momento de cocer las patatas. Lávalas y ponlas en una cazuela con agua fría y una pizca de sal. Tendrás que dejar que se cuezan durante aproximadamente 20 minutos. Antes de sacarlas, comprueba que están bien cocidas pinchándolas con un cuchillo. Luego, sácalas del agua y escúrrelas con un coladero. Deja que se enfríen un poco y, cuando ya estén templadas, quítales la piel. Lo bueno de haberlas cocido con piel es que para pelarlas no necesitarás un cuchillo o un pelador, tan sólo con tus dedos podrás quitar la piel sin ninguna dificultad.

Cuando tengas ya todas las patatas peladas, tendrás que pasarlas por un chino. El resultado será un puré de patatas que deberás poner en un bol. El siguiente paso será añadir al puré los 160 mililitros de leche y batir hasta que quede una pasta cremosa. Si ves que queda algún tropezón de patata también puedes meter la batidora para conseguir una mezcla homogénea. Cuando hayas mezclado la leche y el puré, añade el chorizo troceado que habías reservado.

Ahora es el momento de separar las claras de las yemas de los 3 huevos que vas a utilizar. Luego, añade las yemas al puré sin dejar de mezclar con movimientos rápidos, pues tendrás que evitar que las yemas se cuajen. Cuando todos los ingredientes estén perfectamente ligados, enciende el horno y ponlo a precalentar a 180º. A continuación, monta las claras de huevo a punto de nieve con la ayuda de una batidora e incorpóralas al puré de patatas. En este paso tendrás que utilizar una paleta de silicona, pues tendrás que hacer movimientos envolventes de adentro a afuera para impedir que las claras se bajen cuando las mezcles con el puré.

Si no te gusta el chorizo, apuesta por otro tipo de comida

Por último, vierte la masa en un molde para suflé, que deberá ser circular y con las paredes altas. Mételo en el horno y deja que se haga durante aproximadamente 45 minutos y 1 hora. Eso sí, nunca abras el horno para comprobar cómo va, ya que perderá calor y lo más seguro es que el suflé se baje y se convierta en una masa. Cuando veas que ya ha subido y ha adquirido un bonito tono dorado, ya podrás sacarlo del horno y servírselo a tus invitados.

Como ves, hacer un suflé no te llevará nada de tiempo y es una receta con la que seguro que sorprendes a tus invitados. Cuando ya le hayas cogido el truco a esto de hacer suflés, puedes dejar volar tu imaginación y hacer tus propias recetas. Por ejemplo, puedes añadirle otros ingredientes como queso, espinacas, jamón o pescado desmenuzado. También puedes prepararlos en forma de postre como el suflé de chocolate, de limón o de dulce de leche. Las variables son infinitas, pero su resultado siempre es delicioso y tus amigos y familiares seguro que te pedirán la receta.