Receta paso a paso
- Llena una cazuela grande con agua y ponla a calentar a fuego medio-bajo. Pon una cazuela más pequeña flotando en el agua para hacer el baño María.
- Trocea los 250 gramos de chocolate blanco y derrítelos en la cazuela pequeña removiendo con una cuchara de palo.
- Cuando el chocolate está casi derretido del todo, retira la cazuela y añade los 40 gramos de manteca de cerdo. Remueve hasta que se integre y deja reposar la mezcla para que se enfríe un poco.
- Cuando se haya templado, agrega los 40 gramos de arroz inflado y remueve para que se liguen todos los ingredientes.
- Vierte la mezcla en un molde repartiéndola de forma homogénea por toda la superficie. Luego deja que se enfríe a temperatura ambiente hasta que se endurezca y mete en el congelador durante 12-24 horas para que adquiera la textura adecuada.
- Saca del congelador varias horas antes de servirlo para que el turrón de chocolate blanco no esté tan frío.
Receta completa
El turrón de chocolate es uno de los postres navideños preferidos, sobre todo para las personas más golosas que pierden la cabeza por un dulce. Y es que, a pesar de que los tradicionales son el duro y el blando, el turrón de arroz inflado se ha vuelto un indispensable en las fiestas navideñas. Tanto es así que, actualmente, ya se pueden encontrar muchas variedades que incluyen galletas u otros ingredientes que nada tienen que ver con la receta tradicional de turrón. En este caso te proponemos que prepares un turrón casero de chocolate blanco en casa. Tan solo tendrás que seguir los pasos que te mostramos a continuación y ya verás que, en cuanto lo pruebe tu familia, no tardará demasiado en desaparecer por completo.
Elaboración de turrón de chocolate blanco
Preparar este turrón de chocolate blanco casero es de lo más sencillo y el resultado no tendrá nada que envidiar al que se puede comprar ya hecho. Comienza llenando una cazuela grande de agua y poniendo a calentarla a fuego medio-bajo. Luego busca otro recipiente más pequeño que puedas poner flotando en el agua de la cazuela para derretir el chocolate al baño María. Trocea los 250 gramos de chocolate blanco y ponlos en la cazuela más pequeña, removiendo constantemente con una cucharada de palo hasta que, poco a poco, se vaya fundiendo.
Cuando el chocolate esté prácticamente fundido por completo, retira la cazuela pequeña del agua y agrega al cacao los 40 gramos de manteca de cerdo. Esta puedes sustituirla sin ningún problema por 40 gramos de aceite de oliva. Remueve durante unos minutos hasta que el chocolate blanco y la manteca se hayan ligado por completo. Luego deja que la mezcla repose durante 20-30 minutos para que se temple, ya que si echas el arroz inflado con el chocolate caliente éste se ablandará y el resultado no será el turrón crujiente que se espera.
Pasado el tiempo indicado, añade los 40 gramos de arroz inflado y remueve hasta que se integre por completo con el resto de los ingredientes. Ahora ya tienes la mezcla de turrón hecha y tan solo te quedará ponerla en el molde en el que lo vas a enfriar. Lo ideal es que el molde sea rectangular con la forma tradicional del turrón y de silicona para que lo puedas desmoldar fácilmente y el dulce no se rompa. Sin embargo, si no tienes ninguno así, puedes utilizar un tupper o un recipiente con una forma similar. Eso sí, forra su interior con papel transparente para que éste no se pegue, de forma que sobresalga por los lados para que al desmoldarlo tan solo tengas que tirar de él.
Cuando tengas el molde listo, vierte la mezcla y repártelo de forma homogénea por toda la superficie. Por último, deja que repose a temperatura ambiente para que se endurezca por completo y luego mételo en el congelador para que adquiera la textura adecuada. Lo ideal es que esté entre 12 y 24 horas y que lo saques un poco antes de servirlo para que éste no esté tan frío. Esta receta es para hacer un turrón de chocolate blanco de arroz inflado tradicional, pero también puedes optar por utilizar arroz inflado con chocolate o bien sustituirlo por frutos secos como avellanas o nueces, así como uvas pasas o grosellas. No tengas miedo a innovar, ya que hay muy pocas cosas que no queden bien con chocolate blanco y cuanto más arriesgues más sorprendidos dejarás a tus amigos y familiares.