Receta paso a paso
- Precalentar el horno a 180º
- Tamizar en un bol la harina y la levadura
- En otro bol, mezclar el aceite, el azúcar y los huevos
- Añadir la vainilla y la harina y remover
- Dividir la masa en los dos recipientes y hornear 30 minutos
- Montar la tarta con una capa de mermelada y otra de nata
Receta completa
Victoria Sponge Cake o, en español, tarta Victoria, es una tarta tradicional británica. Su nombre lo recibe en homenaje a la reina Victoria de Inglaterra y tiene su origen a finales del siglo XIX. A la reina le encantaba quedar para la hora del té y siempre lo acompañaba con un buen bizcocho. Desde entonces, se ha convertido en uno de los postres icónicos de la cocina inglesa.
Esta tarta también es conocida como Victoria sándwich o tarta victoriana . La tarta consta de dos bizcochos, separados entre ellos por una capa abundante de mermelada de fresa o frambuesa y otra capa de nata montada. Aunque no suele decorarse por encima, lo cierto es que se puede añadir un poco de azúcar glass por encima. Los ingleses consideran este postre como una de sus tartas favoritas, junto con la de chocolate y la de zanahoria. La tarta Victoria es un postre indispensable que nunca falta en la hora del té inglés.
Elaboración
Primero, hay que hacer los dos bizcochos. Se pone el horno a precalentar a 180º y, mientras tanto, se engasa y se hecha harina a los dos moldes del bizcocho. Para la masa, en un bol, se tamiza la harina y la levadura y se reserva. Y, en otro recipiente, se bate el aceite con el azúcar y los huevos. Una vez mezclado todo, se hecha la vainilla y la harina, removiéndolo todo muy bien hasta que se forme una masa homogénea.
Después de esto, dividimos equitativamente la masa en los dos moldes y se hornean durante 30 minutos a 180º. Una vez hechos los bizcochos, se sacan del molde y se dejan enfriar. Cuando estén templados, hay que igualarlos y, una vez que estén iguales, se rellena.
Para montar la tarta, se pone uno de los bizcochos como base y se añade una capa de nata y otra de mermelada. Con cuidado, se coloca el otro bizcocho encima y, para decorar, se pueden añadir trocitos de fresa por toda la superficie, junto al azúcar glass. Una vez que está listo este delicioso pastel, solo hay que servirlo. Es una tarta ideal para el momento de la merienda y, como manda la tradición británica, lo más común es acompañarla con una gran taza de té.