Comer es uno de los grandes placeres que ofrece la vida. Viajar también es uno de ellos. Aunque parezca mentira, es posible aunar ambos sin necesidad de hacer la maleta y escaparse fuera de casa durante unos días. Esta es la propuesta que realiza el restaurante Pante, que ofrece un viaje por la isla italiana de Pantelaria a través de sus platos y de una estética cuidada que hace que aunque jamás hayas estado allí, sientas que te encuentras en tan mágico lugar.
Situado en la calle Villanueva 21 del barrio de Salamanca de Madrid, traspasar sus muros es entrar en Italia, aunque no en cualquier lugar, sino en Pantelaria, isla situada a unos 70 km de las costas de África que seduce tanto que quien la visita se enamora, como le ocurrió a la actriz francesa Carole Bouquet, que posee una propiedad en Pantelaria. Buscando mostrar la belleza de la isla y los productos no solo de allí, sino de otros lugares de Italia, Alessandro Luchetti, Daniel Cabezas y Antonio Facco se unieron para crear Pante.
El primer punto positivo se encuentra en su estilo, obra de Antonio Facco, que ha trasladado el embrujo de Pantelaria a Madrid. Otro punto positivo aparece con el personal. En ocasiones resulta chocante estar en un restaurante de comida extranjera y que te atienda gente que no es oriunda. No tiene nada de malo ir a un restaurante italiano y que los camareros no lo sean, pero siempre resulta más gratificante sentir que quien te está atendiendo conoce a la perfección el producto, como ocurre precisamente en Pante, donde todo tiene una historia detrás. Además, el exquisito trato es otro punto favorable.
Vale que el servicio esmerado es importante, y que sentarse a comer o cenar en un lugar hermoso y agradable es parte de la experiencia, pero de nada sirven el estilo o las buenas maneras si lo que se come es insuficiente o poco sabroso. Afortunadamente, nada de esto ocurre en Pante.
El comensal tiene ante sí varios platos, acompañados por una selección de panes italianos que casi pueden calificarse como un plato más. Para empezar, no está de más probar el rico carpaccio, plato italiano regado con aceite de la tierra que enamora. El tartar mediterráneo tiene como ganador al de atún, uno de los pescados más agradecidos. El sabor de Pantelaria también es el sabor de Sicilia, por lo que no es extraño degustar caponata, un guiso siciliano en versión pantesca realmente sabroso y que curiosamente tiene un punto asiático que lo hace más exótico. Es sin duda una combinación ganadora, como también lo es el risotto, rico y contundente.
Si todavía tienes ganas de más, el tagliolini con cigala está espectacular, aunque eso sí, si optas por este plato tienes que ser amante del marisco, ya que el sabor de la cigala pasa por encima del resto. Asimismo, el pez limón es una apuesta magnífica para ir cerrando el almuerzo o la cena, ya que está dotado de un estupendo sabor, está tierno y está acompañado por una guarnición basada en el tomate que le da el toque perfecto al plato. Sin duda es una de las especialidades de Pante.
Postres, vinos y licores, otro punto fuerte de Pante
Cuando crees que ya no puedes comer más, llegan los postres. Hay gente que empieza la carta por el final para saber qué dulces pueden degustarse para cerrar la comida o la cena, y en Pante no está de más conocer con antelación qué postres están a disposición del comensal en la carta. ¿El mejor? Sin lugar a dudas, el Beso Pantesco, que reúne todo lo necesario para hacer disfrutar a quien lo prueba.
El restaurante Pante se coloca sin duda como uno de esos lugares en los que hay que estar, a los que hay que ir. La belleza del local, su viaje a Pantelaria desde el barrio de Salamanca de Madrid, la amabilidad del servicio o su deliciosa comida lo convierten en un imprescindible. Además, las cervezas, vinos y licores italianos para regar los platos se convierten en el broche de oro para una comida o cena inolvidable.
Ficha técnica
- Nombre: Pante
- Tipología: Cocina italiana
- Precio Medio: 30 euros por persona
- Puntuación Bekia: 9